¿Dudas sobre si probar líneas de contactos? Aquí tienes tres razones que te ayudarán a decidirte
Chicas personalizadas a tu gusto
Cuando nosotros llamamos a un teléfono de cualquiera de las líneas de contactos que podamos encontrar, hablaremos con una operadora que se encargará de preguntarnos con qué tipo de chica queremos hablar.
Podemos pedir cualquier cosa: desde tetonas hasta planas, rubias, morenas, pelirrojas, con el coño depilado, peludito, transexuales, gays o cualquier fetiche sexual que se nos pueda llegar a ocurrir.
Una experiencia muy especial
Estas profesionales han tratado con todo tipo de clientes durante toda su trayectoria en el trabajo. Están acostumbradas a que les hagan hasta las más insólitas de las peticiones por lo que saben lo que tienen que hacer para poder complacerte.
Nada más empezar, la chica establecerá unos límites que no deben de ser cruzados. En este momento tú también podrás establecer los tuyos para que no haya ningún tipo de problema y así poder disfrutar al máximo.
Una vez quede claro, empezaréis a hablar. Asegúrate de decirte exactamente lo que quieres para que sepa cómo puede satisfacerte.
No son tan caras como te puedas llegar a pensar
Existe la creencia popular de que las “líneas de contactos” son muy caras y, por ello, no merecen realmente la pena.
Si echas un vistazo al coste por llamada te darás cuenta de que realmente no es para tanto. El único problema viene si es capaz de generar adicción.
Si te enganchas a las líneas eróticas viene el problema porque el consumo telefónico se verá disparado. Igualmente esto pasa en cualquier cosa. Si, por ejemplo, te enganchas a beber zumos te darás cuenta de que es perfectamente posible arruinarse comprando bebidas.
Si tenemos cierto control y dedicamos únicamente un día a la semana a llamar, no habrán problemas.