Me encantan las mujeres para sexo telefónico 
Siempre he sentido una fascinación innata por las mujeres para sexo telefónico. Por alguna extraña razón, no me gusta intimar demasiado con ninguna mujer… será porque no me gusta que me toquen demasiado.
No me malinterpretéis, me gustan las mujeres pero solo para observarlas a distancia. Consumo mucha pornografía y me masturbo casi a diario con todo lo que puedo encontrar a través de la red. Sin embargo, en el momento en el que una chica quiere acostarse conmigo, siempre encontró la manera para darle largas.
En algún momento de mi vida he podido probarlo pero no ha sido tan maravilloso como siempre me han hecho querer.
Los servicios de porno por teléfono: mi solución
Sin embargo, necesito tener contacto con mujeres y que sea del tipo sexual. Cuando era más joven me encontraba algo desorientado. Era un “quiero y no puedo” según decían las mujeres con las que me encontraba normalmente.
En cuanto encontré los servicios de “mujeres para sexo telefónico” sentí cómo toda mi vida estaba a punto de cambiar. Todo el malestar que sentía por no ser comprendido había desaparecido.
Es posible que en un entorno personal nadie me entienda pero me da igual. Cuando necesito esa dosis de energía extra lo que suelo hacer es llamar a este tipo de servicios y dejar que me atienda la más guarra que esté en ese momento disponible.
Me gusta que sean muy explícitas para poder imaginar la escena con todo lujo de detalles. Raro ¿verdad? Porque jamás sería capaz de recrearlos en mi vida real.
En definitiva, me encanta tener sexo por teléfono; es algo que jamás habría imaginado que me fuera a gustar. Desde que lo he probado he descubierto que no lo cambiaría por nada.